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Siguiendo la estela de curiosidades seriéfilas que inauguramos con Perdidos, homenajeamos hoy a Breaking Bad. En unos meses se cumplirá nuestro primer año en ausencia de la serie que consagró a Walter White como uno de los malos televisivos imprescindibles, y aquí seguimos intentando combatir el duelo con vídeos, noticias y otros guiños. Ofrecemos una recopilación de 20 cosas sobre Breaking Bad que tal vez no sepas o no recuerdes. ¿Echáis algo en falta?
1. Una de las referencias televisivas más
importantes es Expediente X. Vince Gilligan, su creador,
trabajó durante años como guionista de la legendaria serie de misterio de Chris Carter, y lo ha reconocido como uno de sus maestros televisivos.
2. Una de esas casualidades que marcaron el camino hacia Breaking Bad... Bryan Cranston, el actor que dio vida a Walter White, protagonizó uno de los episodios de la sexta temporada de Expediente X, titulado Drive y escrito por Vince Gilligan. En él interpreta a un hombre enfermo y trastornado. ¿Os suena?
3. Bryan Cranston apareció en otra serie conocida por todos además de la protagonizada por Mulder y Scully, y no nos referimos a Malcom. El actor estadounidense puso voz a uno de los villanos de Power Rangers. ¡Divertidísimo!
4. ¿Os imagináis a otro Heisenberg que no sea Bryan Cranston? Hace unos meses, en pleno apogeo mediático de la serie antes de su desenlace, se filtraron los nombres de dos posibles Walter White: John Cusack (Alta fidelidad) y Matthew Broderick (Godzilla). Ambos negaron que les hubieran ofrecido el papel.
5. La narcótica mitología de este profesor normal y corriente ha inspirado multitud de casos reales, profesores (e incluso una profesora) metidos a 'cocineros' de metanfetamina que acabaron entre rejas. En 2008, antes de Breaking Bad, un hombre llamado Walter White (ni profesor ni enfermo) ya aparecía en la lista de los traficantes de meta más buscados.
6. La serie puso de moda la meta azul (que no es el color real de esta droga en estado puro) en el tráfico estadounidense de narcóticos. Su coste era más alto que el del producto normal.
7. Sería inconcebible una Breaking Bad sin el Jesse Pinkman que conocimos. Según afirmó el propio Vince Gilligan, Aaron Paul no fue su primera opción para interpretar al compañero de aventuras de Walter White. Era demasiado guapo y tenía los dientes demasiado perfectos para ser adicto a las drogas y recibir varias palizas a lo largo de la ficción.
8. En los guiones iniciales de la serie, Jesse Pinkman moría en el noveno capítulo. Su personaje se convirtió en demasiado imprescindible para cargárselo a la primera de cambio.
9. Al contrario pasó con Tuco Salamanca. El enemigo de
Heisenberg en los primeros episodios podría haber permanecido en la segunda
temporada, pero su intérprete, Raymond Cruz, obtuvo otro papel en la serie The Closer. Así fue como nació Gus Fring (Giancarlo Esposito).
10. La segunda temporada de Breaking Bad está llena de guiños a los espectadores. Los títulos que comienzan con escenas en blanco y negro en esta entrega (el primero, el cuarto, el décimo y el decimotercero) componen una frase que anticipa el final de su último capítulo.
11. Las coordenadas del dinero de Heisenberg en los últimos episodios, 34, 59, 20, 106, 36 y 52 corresponden a las del estudio de Albuquerque donde se rueda la ficción, y no son una referencia a Perdidos como pensaron muchos de sus fans.
12. La escena en que Walter White lanza una pizza que acaba en el tejado de su casa fue grabada a la primera toma. ¡Increíble!
13. El equipo de Breaking Bad recurrió a los especialistas de The Walking Dead para la postproducción de la muerte de uno de sus protagonistas, en el último episodio de la cuarta temporada. "He ganado".
14. La última escena de Breaking Bad en rodarse fue el prólogo del episodio Ozymandias, curiosamente un flashback al primer capítulo de la ficción.
15. Anna Gunn, que interpretó a Skyler White, narró en una carta al New York Times los ataques machistas que sufría en internet y redes sociales por su papel de esposa inconforme. Lideró un pequeño movimiento en defensa de actrices y personajes femeninos muy criticados.
16. RJ Mitte, el actor de ahora 22 años que encarnó al hijo de Walter White, sufrió también parálisis cerebral, pero no de forma tan severa como su personaje. El joven, que puede andar sin problemas, tuvo que aprender a usar muletas para la serie.
17. Jesse Pinkman y Walter Junior son los únicos protagonistas de Breaking Bad que no han coincidido en ninguna escena.
18. La web que crea Walter Junior para recaudar dinero para el tratamiento de su padre en la ficción existe en la realidad.
19. Breaking Bad es un filón para la ciudad de Albuquerque en muchos sentidos, no solo por la multitud de establecimientos dedicados a la ficción. La clínica Sage Neuroscience Center ha puesto el nombre de la serie a un programa solidario especial de desintoxicación.
20. "Quiero saber más sobre Gretchen y Elliot". Parte de lo que ocurre en el episodio final de Breaking Bad se lo debemos a Kevin Cordasco, un joven de 16 años enfermo de cáncer, fiel de la serie, al que visitó parte de su equipo. El chico falleció poco después de cumplir su sueño.
La idea era crear tres historias independientes para que fueran dirigidas por distintos realizadores. Tres historias reconocibles para el espectador, que el joven Quentin Tarantino tenía pensado impregnar de su particular cóctel fetichista compuesto por referencias al cine clásico, a la filosofía oriental, a la Biblia, a las novelas de gángsters, a la comida basura, a los tópicos que se asocian a los matones y a una lista interminable de pequeños detalles forjados tras años de existencia freak. "Todo lo que has visto millones de veces: el boxeador que tiene que amañar un combate y no lo hace, el mafioso que tiene que acompañar a la mujer de su jefe, los matones que tienen que cargarse a unos tíos..." explicaba Tarantino en la promoción de la película.
Una vez que el proyecto comienza a tomar forma, el realizador decide unir las tres historias en un guión único que se llamará 'Pulp Fiction' ('Pulp' hace referencia a un tipo de revista de marcado carácter violento. Cuando en la película, Vincent Vega muere, sostiene entre sus manos un número de 'Modesty Blaise', una de las publicaciones de este tipo más reconocibles). Es entonces cuando Tarantino decide dejar Los Ángeles para embarcarse en su proyecto más ambicioso.
Un pequeño apartamento en Amsterdam se convierte en el refugio creativo del director que en ese momento cuenta con treinta años. Por primera vez en su vida dispone de dinero para dedicarse por completo a escribir y se instala en Europa cargado con algunas novelas de gángsters y varios cuadernos en blanco.
Con tiempo por delante, se levanta temprano, da un paseo por la ciudad y pasa el resto del día escribiendo y bebiendo cafés. Allí recibe la visita de Roger Avary, su antiguo compañero de videoclub que, pese a que en un principio se postula como coescritor de la cinta, termina figurando en los créditos como colaborador en el desarrollo de la historia.
A su vuelta a Los Ángeles, Quentin lleva consigo varios cuadernos escritos a mano en una letra casi ininteligible. Es entonces cuando pide ayuda a su amiga Linda Chen, que le ayuda de manera desinteresada mecanografiando unas páginas repletas de faltas de ortografía. En mayo de 1993 ve la luz la versión definitiva del guión con 159 páginas, una extensión demasiado larga para los estrictos parámetros de la industria.
Para su tranquilidad, a finales de 1991 y tras el éxito en Sundance de 'Reservoir Dogs', Danny DeVito había firmado ya un contrato con el director con el que se comprometía a producir su próximo trabajo. Cuando el actor lee el guión queda impresionado y comienza a tantear a los grandes estudios para poner el marcha el proyecto.
El exceso de violencia es el motivo principal por el que la historia es rechazada en los distintos estudios en los que es presentada. El lenguaje explícito utilizado en los diálogos (la palabra 'fuck' aparece un total de 271 veces en la versión original) tampoco ayuda y el guión es rechazado en todos los grandes estudios. Finalmente llega a Miramax, que en ese momento había producido ya algunas de las películas de autor más taquilleras.
Harvey Weinstein, uno de los directivos del estudio propiedad de Disney, decide comprar los derechos de 'Pulp Fiction' antes de terminar de leer el guión. En ese momento el director manifiesta su deseo de contar con un actor en decadencia con la idea de "resucitarlo" para el gran público y piensa en John Travolta. Ni el estudio ni el propio Travolta lo tienen claro, aun así, el protagonista de 'Fiebre del sábado noche' se hace con el papel de Vincent Vega.
Los nombres de Meg Ryan y de Holly Hunter son los primeros que se manejan para interpretar a Mia Wallace. Son los hermanos Weisntein los que proponen a Uma Thurman. Ella duda en aceptar y Tarantino termina leyéndole el guión por teléfono para conseguir que se sume al equipo. Matt Dillon, Sylvester Stallone y Mickey Rourke se convierten en las opciones preferentes para ponerse en la piel de Butch hasta que se confirma el nombre de Bruce Willis.
El rodaje costó ocho millones de euros y los ingresos que la cinta generó el primer año rondaron los 200 millones. Quentin Tarantino se alzó con el Óscar al Mejor Guión Original y la cinta se encuentra en el puesto número cinco de las mejores películas de todos los tiempos según IMDb. Para el American Film Institute, se trata de una de las 100 mejores películas jamás hecha. Este año se cumplen 20 años del estreno de esta historia de gánsters, asesinos y boxeadores que pasará a la posteridad por sus diálogos memorables.